La Vida: Frases y Textos Seleccionados - Página 4

No necesito un hijo que me quiera,
ni que sea feliz, ni hermoso,
ni que triunfe y me sonría,
ni un hijo que me cuide,
me proteja, me tutele.
Necesito, simplemente,
un hijo que me sobreviva
y al que poder amar hasta el final.
Si me faltara,
¿qué haría yo con tanto amor
como me crece para él
cada mañana?

Al cumplir 80 años me acordé de una página mía en la cual una pareja de viejitos mira caer las hojas de un árbol y propone: "¿Y si en vez de pensar que estamos en el otoño de la vida, pensamos que estamos en la primavera de la muerte?".

Indudablemente, la primavera es lo más publicitario que tiene la vida.

Hoy quiero vivir sin darme cuenta.

¿Qué importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que al fin de cuentas la mejor edad de la vida es estar vivo.

Al final, ¿cómo es el asunto? ¿uno va llevando su vida adelante o la vida se lo lleva por delante a uno?

Y aún más profundo es el significado de aquella historia de Narciso, que, por no poder aferrar la dulce imagen atormentadora que veía en la fuente, se sumergió en ella y se ahogó. Pero esa misma imagen la vemos nosotros mismos en todos los ríos y océanos. Es la imagen del inaferrable fantasma de la vida; y ésa es la clave de todo ello.

Acuérdate tan sólo de una cosa: de que de tu decisión depende la felicidad de tu vida.

—En la vida no conozco sino dos males bien reales: el remordimiento y la enfermedad. No hay otro bien que la ausencia de estos males.

Amarlo todo, amar a todos, sacrificarse sin cesar por amor, significaba no amar a nadie, no vivir esta vida terrenal. Y cuanto más se penetraba de aquel principio de amor, más renunciaba a la vida, más destruía ese terrible obstáculo que media entre la vida y la muerte.